Para Inés Maesso el boxeo no es solo un deporte sino una filosofía de vida y un trabajo al que nunca pensó que iba a dedicarse. "Fue mi hermana gemela la que me enganchó", recuerda esta entrenadora de boxeo que comenzó en este deporte con 19 años. "Lo probé, me gustó y, a partir de ahí, empecé a dedicarme a ello a nivel profesional... un poco por la tontería de competir", dice.
Por aquella época, que una mujer se pusiera en forma ‘a golpes’ no era lo habitual. El boxeo siempre había sido cosa de hombres, un lugar inhóspito para el denominado sexo débil. Impensable que una mujer tuviese cabida en ese mundillo. "Éramos muy pocas y no nos tomaban en serio. Durante el pesaje, por ejemplo, era un cachondeo cuando te tocaba quedarte en ropa interior", comenta Maesso, quien prepara y entrena en el club Final Round (Madrid).
Sin embargo, de unos años a esta parte, el boxeo ha resurgido y no solo eso: se ha convertido en un must entre las mujeres. Influencers y celebs (Adriana Lima, Gigi Hadid, Patricia Montero, Lara Álvarez...) lo han popularizado al compartir en sus redes sociales fotos de sus entrenamientos con guantes pegándole a un saco, erradicando así muchos de esos clichés machistas.
El boxeo permite ponerse en forma sin ensanchar los músculos. Se trata de un deporte completo en el que se trabaja todo el cuerpo y se baja peso en poco tiempo, ya que combina ejercicios aeróbicos con fuerza muscular y resistencia.
La cantidad de calorías que se eliminan en una sesión es bastante elevada, pero además del trabajo físico, la disciplina quema-grasa por excelencia es muy terapéutica y su práctica viene bien para liberar las tensiones del día a día. "Das dos golpes en el saco y te vas a tu casa como nueva", comenta Yasmina Rodríguez, administrativa en una empresa de construcción que aprendió sus primeras nociones de boxeo en un gimnasio específico para mujeres. "Al principio, me costaba coordinar el juego de pies con las manos, pero una vez que le pillas el tranquillo es muy divertido", añade.
Efectivamente, lo primero que hay que enseñar a quien se inicia es a realizar correctamente los desplazamientos, luego el giro de la cintura (en bloque, como si fuera un eje), movimiento de hombro y por, último, cómo se saca la mano. "Diría que esta parte es la más difícil de enseñar ya que erróneamente se piensa que la fuerza del golpe viene del puño y, en realidad, parte de todo el cuerpo", admite Maesso.
Una vez que tienes esto interiorizado y aprendes cuatro golpes básicos, el resto es practicar y practicar. Rodríguez comenzó yendo a clases dos veces por semana y ahora, tres meses y medio después, va casi todos los días. "Cuando no voy a entrenar, lo noto", apostilla esta barcelonesa, de 27 años, quien no se considera una persona conflictiva ni violenta. "No voy al gimnasio con ganas de pegarme con nadie, ni salgo de allí deseando meterme en una pelea callejera", concluye.
Boxeo sin contacto
Sin embargo, la violencia es otro de los tópicos negativos que persigue a este deporte y sus detractores no dudan en recordar las lesiones cerebrales que puede producir. Pero... ¿se puede practicar boxeo sin contacto y sin subir al ring? Por supuesto.
En el boxeo moderno no hay contacto, no se pone en práctica el ‘guanteo’ sino "el arte del boxeo", como explica Maesso. "Aprendes a que no te peguen, a ver los golpes, esquivarlos... la idea no es que le rompas la cabeza a nadie", añade la boxeadora.
Este tipo de entrenamientos –sin golpes de combate entre las personas– es lo que despunta ahora: un boxeo enfocado a sudar y quemar energía como el que se imparte en Final Round.
Las clases se dividen en cuatro fases diferentes: calentamiento, trabajo físico, trabajo técnico y core (la parte central del cuerpo). El sistema de entrenamiento, que tiene aproximadamente una hora de duración, está basado en un modo asalto, a través del cual se trabajan tres minutos a máximo rendimiento y se descansa un minuto.
De esta manera, a lo largo de varias sesiones se ejercitan diferentes partes del cuerpo como pueden ser piernas, glúteos, abdomen, brazos, espalda… Eso sí: es importante, empezar poco a poco con sesiones suaves. A medida que vayamos ganando resistencia, aumentamos la intensidad de los entrenos.
Quienes promueven esta corriente dentro del boxeo alegan que en cualquier gimnasio serio echan a aquellos que se apuntan con la intención de pegar a los compañeros.
Recalcan que el ‘guanteo’ es "un ejercicio más" dentro del boxeo, no el único, y que para poder llegar hasta él hay que pasar por "un montón de fases".
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